Dado que este fic ha tenido... exito... decidí subrilo tmbn acá... Espeor les guste y dejen sus opiniones... besos!!!!
SUMMARY: Edward y Bella son compañeros de prepa, apenas se conocen, apenas se hablan, pero los dos están completamente enamorados del otro, gracias a un reto del famoso juego de botella, ese amor podrá salir a la luz… ¿Qué tan fuerte es su amor para sobrevivir a todos y… todo? Calificación: M.
Disclaimer: los personajes son de la seora Meyer, los nuevos son míos, la historia es de mi autoría… puesto que es basada en la realidad.
“El reto maldito y… sueños mojados"
BPOV.
Ese día me haba despertado tarde… no me quería despertar de un sueño que sabía nunca se haría realidad… me levante a las 6:30. Mis adres me matarían, me cambie rápidamente de ropa, me arregle como pude mi cabello y salí corriendo a la planta baja, mi familia estaba desayunando, salude a mi padre, Charlie, mi mamá, Reneé, mi hermano menor, Mickey y a mi hermanita adorada, Marie.
- te levantaste tarde-me comento papá mientras devoraba mi desayuno.
- lo sé… estaba… dormida muy plácidamente- muy, pero muuy plácidamente, pensé.
- bueno… ya es hora, Bella- mamá me dio un beso en la mejilla, le sonreí, subí a lavarme los dientes y volví a bajar corriendo, me volví a despedir de todos. Charlie me esperaba en la patrulla.
Mi camioneta había muerto semanadas atrás, y en lo que me compraban una nueva, mi padre me llevaba a la escuela, era mejor que estar esperando media hora parada bajo la lluvia el bus de la escuela.
Además, solo me llevan de ida, de regreso Alice Cullen, mi mejor amiga, me traía de vuelta a mi casa.
Como siempre, el camino a la escuela era silencioso. Pero esta vez, Charlie iba un poco más rápido… ya era muy tarde, cuando llegábamos, justamente la campana dejaba de sonar, me despedí de mi padre, y fui corriendo a primera clase, Literatura.
- señorita Swan, que bueno que nos honra con su presencia- dijo mi amargado profesor Benson.
- lo siento- me sonroje y me senté en mi lugar, a lado de Rosalie Hale, mi otra mejor amiga.
- te quedaste dormida- me susurro mi amiga.
- lo sé… me quedé despierta hasta tarde, haciendo el proyecto de Biología.
- ay, Bella… - Rose se rió entre dientes- el profesor Vanner no va a venir, ayer lo aviso la señora Cope.
- ¿Qué?- susurre, alterada, Benson nos miró por encima del libro que tenía en sus manos, entrecerró sus ojos y volvió a la paginas a leer, en voz alta- ¿Cómo que no va a venir?
- sí… ayer en Deportes nos avisó… claro- Rosalie hizo una mueca malévola.- tú no te diste cuenta porque veías el redondo y bien formado culito de Edward Cullen.
- ¡calla!- revise que nadie la hubiera escuchado- él es mi… compañero…
- Bella, nosotras sabemos que quieres a Edward… desde primero estás enamorada de él… es el último año…. Faltan cuatro meses para salir… ¿y si le dices de tus sentimientos?
Desde el primer momento en que entre en clase de Biología y vi que Edward Cullen era mi compañero de clases, me enamore de él… me fascinaba su forma de ser, todo un caballero… pero… me daba pena, él era todo un dios Griego, yo… yo era una patito feo… no me consideraba bonita, solo… normal… tenía el cabello rizado, medio ondulado, caoba con rayos rojizos, ojos grandes chocolates, piel pálida, muy pálida y más bien flacucha. Aunque mi madre siempre ha dicho que yo tengo buen cuerpo. No le creo…
Edward Cullen era alto, musculoso, de piel crema, hermosos ojos esmeraldas, con pestañas negras, cejas tupidas, mandíbula cuadrada, cabellos cobres, desaliñados… ¡era… es perfecto!.... y con una sonrisa que podía matar a cualquiera…
Él nunca podría fijarse en mí… además, era mi amigo o al menos eso pretendíamos. Me enamore de él cuando vi sus ojos brillar de esa manera especial. Lo único que me alegraba era saber que sus ojos brillaban de esa manera solo cuando estamos juntos.
- Rose… él nunca- resalte la palabra- podría fijarse en mí…- bostece involuntariamente.
- ¿te cubro en lo que te hechas una siesta?
- por favor…- recosté la cabeza en mis manos, encima de la mesa y cerré los ojos, lo último que escuche fue un suave:
- ¡también todos saben que tú le gustas a él, pero no lo quieres ver!- de parte de Rose…
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La campana me despertó de mi bello sueño… o la continuación de ese sueño.
Levante la cabeza y mire a Rose, esta sonreía. Nos paramos y salimos del aula, volví a bostezar.
- ¿a qué hora te dormiste?- me cuestiono divertida.
- a las cuatro… estoy muerta- añadí.
- ¡ay, Belli-Bellita!
- ¡¡¡chicas!!!- el gritito de Alice me hizo pegar un salto y grito. Me volteé a verla y la fulmine con la mirada.- ¡¡¡oh!!!-la duende llego a nosotras, se colgó de mi cuello, aunque era pequeña y delgada, era hábil.- ¡alguien está de mal humor!
- no molestes, Ali- gruñí.
Alice se rió encantada, se descolgó y volvió a caminar con nosotras, me alegraba que solo Literatura tuviéramos separadas, las demás las teníamos juntas… junto con los chicos Cullen y el hermano de Rose.
- ok… venga, ¡vayamos a español!- entramos en la sala y nos sentamos hasta atrás, en cuanto sonó la campana y entro el profesor, comenzó con su aburrida charla sobre Romeo&Julieta, últimamente se estaba obsesionando mucho con ellos.
Volví a recargar la cabeza y me volví a dormir, volviendo a mi dulce sueño…
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Cuando lo mejor de mi sueño estaba por llegar, la maldita campana me volvió a despertar. Solté un gritito, ahogado por el ruido chillón del timbre. Me levante con un gruñido y me dirigí con mis amigas a mi siguiente clase, sentí una mirada sobre mí, pero la ignore.
Así pase todas las demás clases, dormida, mis amigas me ocultaban de los ojos de los profesores. Al llegar el receso, nos fuimos a la cafetería, me serví una ensalada, una Coca y me reuní con mis amigos en nuestra mesa de siempre.
Mis otras amigas, Ángela, Jane, Heidi y Victoria me miraron sonrientes, como si se supieran un chiste y yo no, ellas juntos con Alice y Rose, era mis mejores amigas, ellas sabían mi secreto y yo los suyos, nunca me traicionarían. Lo sé. Pero siento que saben de un chiste privado.
Mis amigas se sentaron, junto con sus novios, el novio de Rose, Emmett Cullen, hermano mayor de Alice y Emmett, y el hermano de Rose, Jasper Hale, que era el novio de Alice, me miraron igual que las chicas.
- ¿Qué pasa?- dije con un bostezo. En cuanto hice esa acción, todos en la mesa se largaron a reír. Me puse roja, ¿acaso se enteraron sobre cómo me quedé despierta hasta tarde para nada?
Pero no… fue algo mucho peor…
- ¿Cómo estuvo tu sueño, Bells?- dijo Rose, entre risas. La mire ceñuda, confundida… luego… caí en la cuenta…
Me puse aún más roja al recordar mi sueño.
Edward me tenía recostada contra el pasto, besándome con pasión. Sus manos iban por todo mi cuerpo, las mías de su espalda sus cabellos. Me empezó a desabrochar la camisa que traía, le quite la suya por la cabeza, y mire su glorioso cuerpo. Le pase una mano por el pecho, deleitándome de lo fuerte y bello que era.
Mis jeans desaparecieron, junto con los de él, solo que también los boxers volaron. Edward me quitó el sujetador y masajeo mis pechos. Gemí en voz un poco alta, su lengua chupo, mordió y succionó mi pezón, hasta dejarlo duro como una roquita, luego fue al otro, le hizo el mismo tratamiento. Su mano bajo por mi vientre y llegó a mi intimidad, me acaricio el muslo interior y luego me separo los labios, metió un largo y níveo dedo en mi interior, gemí con más fuerza.
Froto mi clítoris contra su dedo índice y pulgar, mis manos fueron tímidamente a su miembro, sus labios abandonaron mis pechos para besarme en la boca, profundizando el beso, peleando con su lengua en un baile sensual.
Acaricie su miembro con mi palma, lo sentí, Edward gimió en respuesta, bajo su cabeza y beso mi estómago plano, luego bajo más… me beso mi centro, luego introdujo su lengua, solté un grito de placer. Su lengua me penetraba una y otra vez, me sentía cerca, mordió mi clítoris y solo eso necesite para venirme en su boca, gritando, gimiendo, sollozando su nombre…
¡¡¡¡Oh, por Dios!!!!
¡No era posible que gimiera el nombre de Edward en sueños!... él se sentaba a mi lado o a un costado o delante de mí… sé que hablo dormida, mamá ya me lo había dicho, pero… sí él hubiera escuchado mis gemidos… ¡¡oh, mi Dios!!... ¡estaba muerta!
- ¡¿díganme que no me escucho hablar en sueños?!-exigí a mis amigos, muerta de miedo.
- ¿Quién no te escucho hablar en sueños?- pregunto una voz que hizo recorrer un sudor frío toda la espalda, que mis braguitas se mojaran por el recuero del sueño, y sumamente hermosa, familiar y… encantadora.
- nadie…- se las consiguió decir Jasper, cubriéndome.
- no te creo…- Edward se sentó a mi lado, me sonrió y sus ojos brillaron, amaba ese brillo. – Hola, Bella- dijo tímidamente, yo me sonroje aún más y mire a otro lado.
- hola, Edward- sonreí por educación.
- ¿cómo estás?
- ¡mojada y acalorada!- respondió por mi Victoria, con una risa, que le siguieron mis amigos, la fulmine con la mirada pero ella solo me sonrió de forma inocente.
- hace frío- señalo Edward.
- sí… es que… bueno… qué más da!- apenas pude hablar, con el temblor de mi voz.
- estem…- miro a toda la mesa.- ¿Qué tal tu siesta de clases, Bella?- la pregunta de Edward me dejó aterrada, él se veía… ¿divertido?
- bien- alargue más la palabra.
- qué bueno… fue…- se sonrojó- ¿fue agradable el sueño?
- muy agradable- murmure sin pensarlo, luego abrí desorbitadamente los ojos al darme de cuenta mis palabras.
- me alegro- sonrió satisfecho. Me sentí mucho, mucho más roja, si eso era posible, ¡sabía que mi cara en estos momentos era un tomate total!
El almuerzo paso volando, apenas y comí, cuando toco la campana, salí tranquilamente junto con Alice y Rose a nuestra siguiente clase. Biología…
Era la clase que tenía como compañero de mesa a Edward Cullen.
Suspire y me senté, deje caer la cabeza entre mis manos y cerré los ojos. Me estaba volviendo a quedar dormida cuando la silla de a lado se movió. Sin embargo yo no cambie mi postura.
- ¡el señor Banner no va a venir!- grito una persona, todos en la sala aplaudieron y se empezó al alboroto.
- bueno…- otra voz se logró escuchar en la sala- ¡juguemos a algo!
- ¡botella!- corearon todos.
- ¡sí!- reconocí el grito entusiasta de Alice.
Yo gemí y no me moví de mi sitio.
- bueno- la voz de Edward me saco de mi jaula- ¿se veía que tenías un buen sueño, sabes?
No conteste.
- espero que se vuelva a repetir… se ve… interesante- me volví a quedar callada y me sonroje más.
- ¡venga, Edward, Bella!- Lauren nos movió y nos hizo pararnos, nos sentó en una rueda, donde estaba todo el grupo.
- ¡empecemos!- grito Tyler. El juego fue pasando divertido, gracias a Dios, nunca me toco soportar reto, solo darlos.
En un momento dado, Emmett fijo su vista en Edward y en mí, viendo como estábamos de cerca. Sonrió con maldad, la botella giro y cayó en él…
Emmett daba el reto…
Edward lo cumplía…
¡Genial!
- bueno, hermanito- empezó el oso, nos volvió a mirar con sorna- no te puedes echar para atrás.
- ¡lo juro!- dijo este.
- vale…- Emmett sonrió con más maldad, sí era posible- te reto a que… ¡a que seas novio de Isabella por lo que resta del año! ¡Y no puedes decir que no!
Edward y yo nos quedamos boquiabiertos ante el reto de Emmett, todo el grupo lo hizo…
Edward negó con la cabeza, pero al final suspiró…
- ok…- susurro.
¡Mierda!... cuando Edward Cullen daba su palabra… cumplía con ella…
¿¡Porque me tenía que pasar esto a mí!?
¿¡Porque me tuve que enamorar de él!?
No olviden dejar sus coments, para saber sus opiniones... besos!!!!!
-Ѽ..MaaRiie CulleN WaaYlaanD..Ѽ-